Más tiempo

Nos falta tiempo.
Tiempo para hacer tantas cosas que hemos dicho que haremos que luego nunca se llevan a cabo por falta de TIEMPO, y yo, ilusa de mí, aún confío en que alguna cosilla hagamos. Algún espejismo insulso de los miles de planes llevados a cabo sobre el papel con sumo cuidado. Pero, últimamente, no materializamos nada.
Hablamos... hablamos tanto, de tantas cosas, que parece ilógico que no hagamos nada de lo que decimos, pero el cansancio, las obligaciones y el puto trabajo puede más que nuestra ansia sexual. Que nuestro apetito. Porque ahora, por fin, soy consciente de que le encantaría comerme, devorarme. Siempre y cuando yo no le pidiera nada, nada. Me gusta pensar que sería capaz de conseguir eso, pero cada día lo veo más difícil.Pienso, anhelo más bien, que él se de cuenta de que no hace falta que le pida nada, porque me lo merezco todo.