lunes, febrero 02, 2009

Dirty Dancing

Antes de ayer vi por décimo sexta vez Dirty Dancing, ese gran peliculón con el que todas las veinte añeras hemos fantaseado en la adolescencia; todas, de manera más o menos conscientemente, hemos deseado cruzarnos con un chico malo durante las aburridas vacaciones familiares y que nos enseñara a bailar.
Pero eso nunca pasó, nunca vivimos la película.
Solemos vivir lo que la película no cuenta. Qué es lo que queda en el tintero, lo que no se escribe en el guión. Pues que cuando se acaba el verano él se va a vivir a la ciudad de pijos donde vive ella, a alquilarse un pisito de mierda con una ventana pequeña que da a un patio de luces con una vecina que le encanta escuchar Radio Olé; que se desespera buscando un trabajo que tenga que ver con el baile pero que acaba como camarero en un bar temático disfrazado de Elvis meneando y desencajándose la cadera cada vez que le piden una hamburguesa especial. Todo esto aderezado con que la pequeña Baby no le hace ni caso porque está ocupadísima en su universidad de super-pijos, acudiendo a las puestas de largo de las amigas de su papá el señor doctor; al principio acudía con él aunque sólo fuera por lucirse con el baile valía la pena, pero luego ni eso. Lo que no cuenta es que sólo se vieron un fin de semana de que cada tres, la época en que la señorita universitaria no tenía exámenes claro. Así que ¿¿cómo acabó la historia de amor con una de las mejores bandas sonoras del cine de los 90??? Discutiendo y a gritos cuando ella se lo encontró en la cama con la que hacía de Marilyn Monroe en el garito en el que trabajaba (ella quería ser actriz) y encima con toda la desfachatez que caracterizaba a Franses tiene todo el morro y le hecha la culpa de todo a él, por ponerle los cuernos...Eso es todo lo que se queda sin contar, porque cómo dicen en otra película que también cuenta una historia de amor pero con menos baile y más violencia, las finales felices son historias sin acabar de contar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A veces acaba bien de verdad, existen los finales felices.
Paty

Frases para recordar

  • · "¿Se puede pensar en el futuro, teniendo presente el pasado?"
  • · "Nibili volitum quin praecognitum " (No se desea nada que no haya conocido antes)
  • · "Nibil cognitum quin praevolitum " (Nada es conocido que no se haya anteriormente amado)