Aunque no esté tirada en los brazos de la fiebre, hoy sé que creo en los actos en el acercamiento, sé que creo en la paciencia y temo la palabra, porque a veces no se decir lo que quiero decir y a veces porque me da miedo decirlo.
Quiero que pase algo que nos una más, que la intimidad que tantas noches, cervezas, paseos y viajes insulsos nos ha costado conseguir, no se derrita sin llegar a nada.
A veces creo que he encontrado el camino, pero ha mitad hay un estanque que no para de crecer.
Hablame con tus dedos, dime que no habrá más peros, que siempre seremos mientras nos toquemos. Que nos tocaremos siempre.
Quiero que me saques de aquí, que no me dejes sola. Que seamos tres en tu cama.
Quiero... lo quiero todo, ¿a caso tengo que conformarme con menos?
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