Me quemé, me quemé por dentro.
No se cuándo exactamente.
Lo descubrí ayer, cuando miré dentro, y descubrí que no quedaba nada, que todo se había reducido a escombros, mas bien a cenizas.
Todo gris y negro, con ese olor tan característico a quemado. A sentimientos quemados, a amores calcinados.
Y mirándolo todo, oliéndolo todo, no podía dejar de preguntarme qué fue lo que lo inició todo, cual fue la chispa adecuada.
Y, desde entonces, con el olor todavía ocupando mi naríz sigo pensando a todas horas cúal fue el principio.
Aunque soy consciente de que la pregunta debería ser, qué debo de hacer para reconstruir todo.
2 comentarios:
Cuando Ulises consultó el horáculo de Delfos, de camino a Troya, éste predijo que la ciudad no caería hasta que Aquiles se uniese a la batalla.
Entonces Ulises se fue a buscar a Aquiles. Aquiles consultó a Casandra y ella le habló:
"Tienes dos opciones, puedes ir a Troya y ser intenso y poderoso como el rayo que cae en el olivo, quemando sus hojas y dejando su rastro inmortal tallado en su tronco, aunque tu tiempo será breve, tu marca quedará para siempre, o quedarte en tus tierras y disfrutar de una vida feliz y plácida, criar hijos que tendras y brillar con la luz de una vela, que se consume poco a poco sin sobresaltos y sin gloria".
Entonces Aquiles cogió sus armas y se unió a Ulises en la batalla.
... y tranquila, el olor a ceniza lo lava la lluvia, y mientras haya lluvia el olivo siempre rebrota.
Yo ya no recuerdo cuantos incendios me han abrasado... y sólo deseo que el próximo sea tan intenso como el último... eso querrá decir que he vivido...
Sé que tienes razón, pero a veces me encantaría quedarme en casa y que la vela durara mucho y se consumiera poco a poco...
Aunque hoy no, hoy cojo el escudo y la espada y lucho
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