domingo, febrero 11, 2007

NADA

Yo no quería que nuestro final fuese así. Quería que, con el tiempo, pudiésemos hablar de verdad, tener conversaciones reales. No puedes seguir haciéndome esto. No me lo merezco. Se que te gusta dolerte, pero a mi no, ya no, no puedo permitírmelo. Parece que notes cuando estoy peor y entonces llamas, aún no se con que propósito pero llamas. Supongo que nunca sabré por qué llamaste ese viernes de esa semana infernal, supongo que nunca entenderás que no me hiciste nada más que mucho más daño. Pensé, durante unas horas, que te habías dado cuenta de tus errores, que creías que podríamos regresar a lo que tuvimos, pero no, tú no querías eso, tú solo querías dolerte. Hacerte más daño. Y al inyectarte esa dosis de tu droga masoquista no te diste cuenta que a mi también me la metías en el cuerpo. No puedes llamarme y decir todo lo que dijiste para que luego no podamos volver a ser nada. Porque eso somos ahora, nada, no existe el nosotros. No me llames más, si me sigues queriendo, si alguna vez me has querido, respetarás el que sea yo quien te llame cuando esté preparada, cuando sea capaz de oírte para saber si estas bien, si empiezas a ser feliz porque será eso lo que quiera para ti. Ahora no puedo, no quiero oírte, no puedo. Me duele seguir tan atada a ti como para no tener el valor de poder decirte esto, para que lo oyeras de mi voz, me duele mucho. Pero no me atrevo. Ya no me arriesgo a que tu personalidad increíblemente dulce sea la que coja el teléfono y vuelva a engatusarme, para que luego, de repente, a las pocas horas, vuelva a aparecer Mr Hyde. No puedo arriesgarme a eso, todavía no.
Espero que te des cuenta de lo cruel que has sido, de que lo que has hecho no esta bien, de que no puedes llamarme solo para oír mi voz y decirme todo lo que me dijiste y dejar que te dijera todo lo que te dije para NADA. Vive tu película tú solo, comete tu dolor como me como yo el mío. Y si no puedes tragarlo, vomítalo y revuélcate en él, húndete en él, pero húndete tú solo, no intentes llevarme contigo porque no me lo merezco.
Espero llegar a entender algún día por qué has hecho esto. Por que ahora, hoy en concreto, lo que me tortura es saber el por qué lo has hecho. Intento pensar que no querías hacerme daño, que esa nunca fue tu intención, pero fuese la que fuese, fue muy egoísta hacerlo. A lo mejor me sentiría mejor si se que era lo que querías, se que llamabas porque necesitabas oírme, pero la próxima vez que nos oigamos tendrá que ser para hablar de… del tiempo. Que triste, por dios, que triste.
Ya no queda nada que decir, ¿verdad?
Ahora que eres consciente del daño que me has hecho se que serás incapaz de volver a hacer algo similar, pero, por favor, deja de hacerte daño a ti mismo, son suficientes las ostias que nos da la vida como para ser uno mismo el que se da golpes contra la pared.

1 comentario:

Anónimo dijo...

te equivocas..
ni para dolerme..
ni para engatusarte..
..
realmente me has sorprendido..
además, creo haberte dicho el porqué de la llamada cuando tu me lo preguntaste no? así que puedes dejar de hacer conjeturas extrañas (que sabes que nunca me gustaron) y responder a tanta pregunta tu sóla.
Porque sabes la respuesta a todas..

Buena Suerte y Hasta Luego
PD: no pretendí hacerte daño, ni hacérmelo..

Frases para recordar

  • · "¿Se puede pensar en el futuro, teniendo presente el pasado?"
  • · "Nibili volitum quin praecognitum " (No se desea nada que no haya conocido antes)
  • · "Nibil cognitum quin praevolitum " (Nada es conocido que no se haya anteriormente amado)