Llevo unos días un poco tristona. Como desganada. Hay ratos que físicamente tampoco me encuentro bien, me pesa el cuerpo, me cuesta andar, com si me huieran dado una paliza tremenda. Ayer debería haberme emocionado más de lo que lo hizo, debería haberme gustado más. Y sé que en otro tiempo, antes de que pasaran ciertas... cosas, me habría gustado todo lo que debería. ¿Nunca más volveré a emocionarme? ¿A confiar? Pero, ¿realmente quiero? No lo tengo nada claro, la verdad. Volver a arriesgar, darlo todo para quedarte sin nada, como decía Izzat.
La vida se trata de quemar etapas. Esa está más que quemada. Pero una parte de mi se quemó con ella.
¿Conseguiré ser El Fenix?
No hay comentarios:
Publicar un comentario