TODO

Llevo muchos días sin escribir; mi mente virtual ha quedado enterrada por docenas de capas del polvo de tengomilcosasque hacer.
Hace escasos minutos me he dado cuenta de que escribo más cuando estoy triste ¿no parece curioso¿? Como si quisiera dejar constancia de mi desolación, como si quisiera encontrar consuelo en un mundo binario como es el de mi pantalla.
¿no debería ser al contrario? ¿No debería pasarme el día escribiendo cuando estoy contenta para poder releerlo cuando no lo esté y volver a sonreír como cuando lo estaba?
Estoy contenta.
Creo que es la época de mi vida que estoy más cerca de la felicidad, de hecho, soy feliz. Por fin he abierto los ojos y me he dado cuenta de todo lo que tengo, lo veo, lo valoro y agradezco más que nunca tenerlo todo. Ahora sé de que sirvió vivir porque al final lo tengo todo. Si nunca tuviera nada más de lo que tengo ahora podría seguir siendo feliz porque, realmente, lo tengo todo.
Debería escribirlo mucho más a menudo.
Debería tatuarmelo en la piel para mirarlo cuando se me olvide y vuelva a quejarme.
Quedó mucho más que una carretera sembrada de cerezos, quedó todo. Ahora lo sé. Ahora por fin lo veo.
Camino entre luciérnagas y mariposas porque hay un número impar de duendes que alimentan mi locura y consumen toda realidad. Sonrío como no había sonreído en meses.
Estoy tan contenta, y lo mejor es que es sin ningún motivo aparente, es "sólo" porque me he dado cuenta de que lo tengo todo.
Es una buena razón para sonreír ¿no?