El otro día le pillé mirándome.
Bueno, yo no le ví, la primera vez le vió mi chica, la siguiente sí que no hubo duda.
Me giré hacía donde estaba y me encontré con sus ojos negros que me observaban.
Enseguida se dió cuenta de que me había dado cuenta.
Sonrío y hasta enrojeció un poco.
Después de las situaciones vividas todavía se ruboriza si le pillo mirándome.
Pero en cuanto se le baja el rubor, que va y viene en pocos segundos,
vuelve a mirarme con esa cara de vicioso,
me desnuda con la mirada,
me lame todo el cuerpo.
Y después de eso, detrás de la indiferencia y el egocentrismo que le caracteriza con los demás
dice, o más bien deja caer, alguna frase para que sepa que se acuerda,
que se acuerda de todo.
Que bien medido lo tienes...
2 comentarios:
El atractivo, el erotismo, radica muchas veces en saber cual es la medida justa para mantener la tensión y la armonía...
... y claro que se acuerda... ¿cómo olvidarlo?
No se que es más importante si que se acuerde o que me demuestre que lo hace... :P
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